SEMANA 16




BITÁCORA
CLASE 14 DE MAYO

Tal vez, esta será la última bitácora que escribiré para Investigación Social. No puedo creer que el semestre esté llegando a su fin. Sin lugar a dudas, es un ciclo que pasará a la historia para los que lo vivimos porque nos enfrentamos al paso de la modalidad netamente presencial a la virtualidad. Además, tuvimos que asumir la carga académica, que se triplicó, la carga emocional, las implicaciones económicas y otros aspectos, que no nos facilitaron las cosas en los últimos meses.

Me siento cansada. A veces me siento triste y abrumada. Hay días en los que la ansiedad se dispara, sobre todo, la última semana ha sido muy intensa. La entrega de proyectos finales me ha dejado pocas horas para dormir, los nervios de punta y la certeza de que el trabajo es aún más complicado al estudiar desde casa. Sin embargo, he intentado asumirlos con mucho compromiso y desarrollarlos con esfuerzo, porque no quiero afectar mi nivel académico.

Así pues, hemos llegado aquí. Estamos en la antepenúltima clase con el profesor Cobos. La nostalgia y el sentimiento de tristeza no se hacen esperar. Es duro pensar que no pude ver una de las materias que más me generaban ilusión de la carrera de forma presencial y, más aún, no fue posible vernos e interactuar en una clase que es completamente social y necesita de relacionarse con los demás y trabajo de campo. No obstante, el profesor ha sido un maestro en todo el sentido de la palabra. Logró transmitirnos los conocimientos necesarios y, lo más importante, nos interesó en la materia, en la clase, nos motivo para hacer las cosas bien y nos impulsó a salir de nuestra zona de confort.  El coronavirus se sobrepuso a todo, pero no pudo con un profesor que está entregado a su profesión y que tiene una vocación de enseñanza tremendamente fuerte. Cobos nos ha mostrado el mundo desde sus ojos, para aprender de él y construir uno diferente, renovado y con sentido de pertenencia hacia nuestro país y sus comunidades.

Ese 14 de mayo comenzó, como de costumbre, con el saludo del profesor. Intercambiamos los buenos días y, teniendo en cuenta que era la última clase teórica todo debía ser más concreto, nos dispusimos a leer las bitácoras. La primera elegida fue la de Daniel Peréz. De ella, Cobos hizo dos reflexiones. En primer lugar, nos dijo que, como lo mencionaba Daniel, seguir estudiando el siguiente semestre es una de las mejores opciones, ya que nos ayudara a mantener la mente activa. También, resaltó la labor de la universidad por ofrecer educación de calidad, de la mano de los profesores.

En segundo lugar, nos mencionó que Paulette,la única youtuber que sigo, fue su estudiante, Personalmente, me impresionó mucho eso. La verdad, nunca creí que ella hubiese estado en mi misma posición unos años atrás y ahora esté en el lugar que está. De esta forma, quedó comprobado lo que Cobos mencionó: cuando uno hace por autonomía las cosas, porque nos nacen, le ponemos más empeño y podemos, incluso, llegar a ese nivel analítico crítico propositivo que tanto nos pide. Ese fue el caso de Paulette, una estudiante a la que le gustaba hacer las bitácoras y terminó siendo una de las youtubers más reconocidas del país.

A continuación, leímos la bitácora de Karen Franco. De esta, me parece importante resaltar algunos elementos. Primero, creo que lo mejor de una clase como Investigación Social es que se puede ver su utilidad real. Es así como podemos ver la detección de mentiras, con el estudio de las microexpresiones y el lenguaje corporal, aplicado a casos judiciales y, en general, a la cotidianidad. Considero que es de los temas que más me han gustado, porque soy una fanática de programas como CSI, Investigation Discovery, The Mentalist o Sherlock Holmes; producciones en las que se ve cómo los protagonistas siguen pistas y observan el comportamiento de los sospechosos para llegar al verdadero culpable.

El profesor hizo una acotación que le dio paso a mi exposición: generalmente, se dice que cuando una persona no mira a los ojos está mintiendo, pero eso es falso. La verdadera señal de que alguien te está engañando es cuando la persona tiene un cambio en su comportamiento normal. Por esta razón, antes de analizar a la persona y pasar a deducir si es verdad o no lo que dice, se tiene que observar en su ambiente natural y observar sus conductas y manías cotidianas.

Con ese comentario en mente, comenzamos nuestra exposición. Creo que lo que más se resaltó en esta, ya que por x o y motivo algunos temas los repetimos, fue el tema de la comunicación asertiva que explica Rita Karanauskas. Ella nos dice que hay cuatro herramientas para potencializar el lenguaje corporal y el lenguaje verbal. Primero; el sí y el no, que consiste en afirmar cuando estamos respondiendo que sí y negar cuando la respuesta es no. Suena muy básico y normal, pero, generalmente, cuando las personas hablamos no somos conscientes de los gestos que hacemos y negar con la cabeza mientras hacemos una afirmación con palabras, mintiendo, nos puede delatar.

Segundo, las manos en un sitio visible, esto para generar confianza y credibilidad en nuestro interlocutor. Tercero, debemos aplicar la posición de la confianza (en hombres, la posición del 4, el talón de un pie en la rodilla de la otra pierna, en las mujeres, las piernas cruzadas y los hombros abiertos); esto facilita la oxigenación del cerebro y nos relaja. Y por último, la eliminación de palabras ambiguas o negativas en nuestras comunicaciones cotidianas nos facilitaran la vida y se la facilitarán a los demás.

Creo que fue uno de los temas que más aprendí y que disfrute. Cada vez que buscaba información y más me adentraba en el tema, más conexiones iba estableciendo. Por ejemplo, me queda mucho el hecho de que el profesor Juan Carlos Gómez, de Comunicación Política, siempre nos menciona casos de políticos que con uno u otro gesto, con cierta palabra, pueden ganarse a todos los votantes o hundir definitivamente su carrera política.

Tal es el caso del presidente Barack Obama, uno de los mejores comunicadores del mundo. Él, claramente, estuvo asesorado durante su periodo presidencial por personas que han estudiado el lenguaje verbal y corporal a profundidad. Por ejemplo, cuando se hizo la operación que acabaría en la muerte de Osama Bin Laden, las fotos que salieron de la Casa Blanca daban un claro mensaje: unión contra el terrorismo. Obama se veía preocupado, pero no era la persona al mando. Estaba a un lado del militar. Fue contundente la imagen: es el presidente más poderoso del mundo, pero eso no significa que deba estar al mando de una operación militar. Luego, salió y dio un discurso que le dio confianza y serenidad al pueblo.

En definitiva, Obama ha sido uno de los personajes públicos que ha sido capaz de entender el poder de la comunicación, verbal y no verbal, y la ha usado a su favor. No por nada, el mundo lo recuerda como uno de los mejores presidentes y su camino es un ejemplo a seguir.  

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