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Mostrando entradas de marzo, 2020

Semana 9

BITÁCORA  NÚMERO 7 CLASE 19 DE MARZO No puedo decir cómo fue el clima de esa mañana, cuánto tiempo me demoré desplazándome a la universidad, a quién saludé, en dónde me senté o cómo se veía el trayecto. Y no lo puedo hacer no porque no quiera, sino porque no puedo. Todo fue muy rápido. El día anterior había vuelto a mi casa, con mis maletas llenas de ropa, con   miedo y una tristeza profunda. Mi regreso se anticipó porque el nuevo Coronavirus, COVID-19, llegó a Colombia. Mi regresó a casa estaba programado para el final del semestre. Eventualmente visitaría a mi familia, pero solo por el fin de semana. Sin embargo, la emergencia que ha ocasionado el coronavirus me obligó a volver antes. Solo el domingo la universidad decidió suspender las clases presenciales y comenzar con las clases virtuales y ahora estaba ahí, frente a un computador escuchando la clase. La universidad tuvo que tomar esta medida para proteger la integridad y salud de toda la comunidad universitari

Semana 8

BITÁCORA NÚMERO 6 CLASE 12 DE MARZO ¡¿Qué pasó?! Eso fue lo primero que pensé y las primeras palabras que salieron de mi boca ese jueves 12 de marzo. Eran las 6:02 de la mañana y me quedaba aproximadamente una hora para llegar a la clase. Al parecer, la alarma no sonó o yo la apagué, es algo incierto que nunca sabré. Lo que sí sé, es que tuve que alistarme muy rápido, tomar una avena en bolsa y salir corriendo de mi casa. El bus apareció pronto y me subí. Me bajé del bus e iba caminando hacia la universidad cuando escuché una voz familiar: era Jorge. Saber que los dos íbamos tarde, sonará muy descarado, pero me daba un poco de tranquilidad. Hablar con Jorge mientras nos dirigíamos al salón me tranquilizó un poco. Después de varios minutos llegamos al salón. Llegamos tres o cuatro minutos tarde pero Cobos no había llamado lista. Me senté en el mismo lugar de siempre y me dispuse a recibir la clase. Como siempre el profesor llamó a lista para confirmar quiénes estab

Semana 7

BITÁCORA 05 DE MARZO Desde que me desperté sentí que sería un día un poco más difícil que de costumbre. Me sentía enferma, cansada y con mucho sueño. Hice todo lentamente y sabía que así llegaría tarde, pero no tenía la fuerza para ser más rápida. Desayuné bien porque mi mamá siempre dice que un buen desayuno puede levantar a un muerto. La verdad, mi cuerpo tuvo una buena reacción y mejoró un poco. Salí de mi casa, tomé el bus y luego caminé hacia la universidad. Siempre cuando tengo clase de 7 atravieso la universidad casi corriendo, pero ese jueves no sería así. Decidí caminar despacio y llegué al salón. Saludé a Valentina y Alejandra, como siempre en Investigación, me senté y revise el celular por primera vez en la mañana. Me lleve una gran sorpresa cuando me di cuenta que apenas eran las 7:02. La verdad, pensé que llegaría muy tarde porque cuando corro llego sobre la hora, entonces solo caminando creí que llegaría mínimo a las 7:10. El profesor también llegó unos

Taller sobre "Avatar" y la etnografía

TALLER SOBRE AVATAR Y LA ETNOGRAFÍA 1. ¿En qué momento de la película se hacen evidentes la etnografía y la observación participante?, ¿por qué y para qué  cree usted que se usan estas herramientas y qué consecuencias traen dentro de la historia que se desarrolla en la película? (describa)  La investigación etnográfica se hace presente en el momento en el que Jake Sully llega por primera vez al universo de Pandora. Cuando  Sully llega allí en compañía de la Doctora Grace Augustine y del Dr. Norm Spellman, está haciendo un proceso de observación, pues puede ver la fauna y flora que existe en ese planeta y animales que jamás imaginó. La observación participante comenzó en el momento en el que interactuó con Neytiri, en el momento en el que ella empieza a mostrarle sus costumbres, a enseñarle a cazar y también cuando interactúa con otros miembros de la población. Así, él se hace miembro participante de la comunidad, ya que estaba tratando de ver la manera en que ellos vivían y

Semana 6

BITÁCORA DE LA CLASE JUEVES 27 DE FEBRERO Ese día, a diferencia de los jueves anteriores, hacía menos frío en Chía. Como todos las jornadas en las que tengo clase de 7, me levanté, me alisté y desayuné en 40 minutos, algo que parece difícil para alguien que se toma mucho tiempo para hacer cada cosa. Como siempre dice mi papá, “más vale tarde que nunca”, aunque en este caso no se aplicaba porque si me demoraba mucho, no llegaba a tiempo, me quedaba afuera y la madrugada hubiese sido en vano. Caminé rápidamente para llegar a la universidad y cuando estuve adentro me relajé un poco porque iba a tiempo. Llegué al salón, me dirigí al mismo puesto de todos los jueves, saludé a Valentina y Alejandra, revisé mi celular y me dispuse a escuchar la clase. El profesor comenzó alrededor de las 7:10, ya que muchas personas no habían llegado y, en realidad, nunca llegaron. Faltaron muchos estudiantes a esa sesión y cuando el profesor llamó la lista, les puso la falla. Para comenzar