Semana 4


BITÁCORA INVESTIGACIÓN SOCIAL
CLASE 13 DE FEBRERO

Era jueves 13 de febrero y, como todos los días que tengo clase de 7, iba tarde. Tenía que elegir entre desayunar bien y llegar con tiempo a la universidad. Opté por comer lo suficiente para estar recargada de energía y atravesar la universidad rápidamente. Hice una carrera, digna de maratón, desde el paradero del bus hasta el salón. Llegué a tiempo.

La clase comenzó a las 7:05 cuando el profesor llamó lista. Al terminar de verificar la presencia de los alumnos en el salón, pidió que alguien, voluntariamente, se arriesgara a leer para todos la bitácora. Esa persona fue Karol. Ella narraba de una forma muy literaria la clase y cada cierto tiempo el profesor detenía la lectura para dar algunos “datos cocteleros” (expresión utilizada por algunos profesores de la Facultad de Comunicación para referirse a los datos curiosos o interesantes sobre un tema).

Así pues, como primer dato nos dijo que siempre debemos plantear bien los problemas porque un problema bien planteado es más fácil de resolver ya que lo veremos más claro. Asimismo, indicó que siempre que queramos algo debemos escribir el porqué de nuestra decisión y veremos que al final ya no vamos a desear tanto eso. Es curioso pero cierto. A veces queremos tener algo únicamente por el capricho de tenerlo y eso no es claro para nosotros.

La lectura, en voz alta, de la bitácora de Karol seguía avanzando y pude constatar algo que había pensado durante toda la semana: después de la clase inmediatamente anterior de Investigación Social todos nosotros habíamos satanizado las redes y el uso que hacemos de ellas. Tanto nos preocupó todo lo que vimos, que comenzamos a cuestionarnos todos nuestros comportamientos en redes. Sin embargo, el profesor, Juan Cobos, logró ponernos aún más paranoicos.  
Nos explicó que no solo las redes sociales y el internet son inseguros en la actualidad. Para ejemplificar su punto, accedió a la página de la Universidad de La Sabana y buscó el apartado del repositorio universitario, “Intellectum”. Un repositorio es un archivo donde se depositan, en formato digital, materiales derivados de la producción científica o académica de una institución (universidades, centros de investigación) y lo que buscan es facilitar el acceso a los resultados de la investigación realizada por sus miembros y aumentar la visibilidad de la producción científica. Asimismo,  contribuye a la preservación de los documentos digitales allí depositados e incluye tesis doctorales, artículos de carácter científico, ponencias o comunicaciones a congresos, revistas electrónicas editadas por la institución y materiales docentes.
Entonces, reveló que los repositorios se convirtieron en un sitio para averiguar quién es la persona que está buscando un trabajo o quiere hacer algún tipo de posgrado. Dio como ejemplo el caso de un chico que fue “stalkeado” en el repositorio de su universidad y sus empleadores se dieron cuenta que su tesis de grado fue plagiada y decidieron echarlo. Nos es un caso aislado porque es algo que se viene presentando con frecuencia. Como muestra están los casos de Enrique Peña Nieto, expresidente de México; Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá o Vladimir Putin, presidente de Rusia, quienes han sido acusados, en diferentes años, de plagiar sus tesis de grado.
Vale la pena decir, que cuando el profesor le dio una mirada al repositorio vio el nombre de su monitora y se sorprendió profundamente. Supongo que está orgulloso de que la alumna que lo acompaña en el semestre con la materia esté dando sus primeros pasos para compartir y dar a conocer lo que ha aprendido. Igualmente, nos dijo que por algo se debe comenzar y el blog puede ser un buen inicio porque nos puede brindar la oportunidad de acceder a becas o intercambios. Como fue el caso de una estudiante que ganó una beca que exigía que la persona fuera bloguera y ella presentó el blog de la clase.  

La clase fue avanzando. Leímos la bitácora de Valentina Luque y de Juan Pablo Arenas. Con estos dos escritos el profesor nos aclaró dos cosas: primero, se escribe y dice “cuanto más” y no “entre más”, pocos lo sabían porque es una expresión que casi no se usa; segundo, siempre que hagamos un texto académico debemos hacer que un lector externo lo lea o intentemos leer el escrito en voz alta. Es decir, podemos aplicar la técnica del buñuelo: cuando hacemos buñuelos el peligro es que se explote, por lo que debemos amasar, dejar reposar la masa y luego freír. Igual pasa con los textos; debemos escribir, dejar el escrito reposar por dos horas y luego, volver y corregir.

Después de leer las bitácoras de mis compañeros, pasamos a tratar el tema de la clase que era “Las formas de hacer investigación: cualitativa y cuantitativa”. Para esto, el profesor nos pidió que nos organizáramos en parejas, en mi caso fue un trío porque o sino iba aquedar sola, e hiciéramos una presentación en la que por medio de imágenes estableciéramos las diferencias entre un método y otro.

Posteriormente, cada pareja, o trío, pasaba y explicaba una de las diferencias que habían encontrado y el profesor hacía los comentarios respectivos. De esta forma, llegamos a la conclusión de que la investigación cualitativa tiene las siguientes características: se basa en palabras, es experiencial, subjetiva, inductiva, exploratoria, narrativa, orientada al proceso, selectiva, dinámica,  profunda y empírica. Por otra parte, la investigación cuantitativa se basa en las cifras, los números y las estadísticas y se caracteriza por ser experimental, objetiva, deductiva, confirmativa, orientada a los resultados, aleatoria, estática, objetiva y extensa, entre otras características.

Mientras los grupos definían las particularidades de cada método, el profesor llamó a algunos estudiantes y les pidió que se acercaran a su escritorio. La verdad, pensé que nos iba a dar alguna nota, pero no. Estaba asignando temas de exposición por grupo para tratar a lo largo del semestre. Me sentí muy tranquila cuando mi compañera, Valentina, volvió a su puesto y me explicó que nuestra exposición sería después de Semana Santa. Inmediatamente pensé que teníamos tiempo para hacer una buena exposición.

Para finalizar, Cobos nos explicó como sería el parcial: entraban las cuatro lecturas del primer corte, podíamos sacar apuntes, tendríamos un pre-parcial para eximir a 3 personas y, probablemente, el examen sería en parejas. Ese parcial me daba miedo y a la vez tranquilidad porque sabía que iba a estar muy complicado pero si leía bien y tomaba buenos apuntes, podría conseguir una buena nota.

Eran las 9 de la mañana y ya tenía que salir corriendo para la siguiente clase. No obstante, el profesor dijo algo que pensé durante todo el día y en algunos momentos de la semana: lo que funciona en un lugar puede que no funcione en el otro. Esto, con relación a la experiencia de Transmilenio y los empujadores de metro en China, Japón o Tokio. Esto es aplicable en todo y lo recordé cuando mi profesora de Core nos explicó que las decisiones de las personas son diferentes porque lo que a uno le hace bien, al otro lo puede hundir. Ahí noté que la investigación social es fundamental porque cada grupo social tiene sus particularidades y no se pueden aplicar medidas generales esperando que funcione de la misma forma en todo el mundo.

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